Resulta poco juicioso hablar del hábito de la lectura.
La lectura es un deleite, es un arte concedido por la naturaleza.
Mas, ¿cómo se promueve el arte de leer para que sea un deleite?.
Pues, no hay otra forma de lograrlo que leyendo sin descanso,
no obras mediocres, fantasiosas y de mensajes mezquinos y
arbitrarios que manipulen la mente humana, sino obras exigentes,
de elevado arte literario que enaltezcan el espíritu del hombre.
Goethe, con el Tesoro de sus sentencias prudentes, de refinado gusto,
llenas de humanismo y, ante todo, de arte supremo, te será un valioso
punto de partida, no sólo para despertar tu interés por la lectura,
sino también para hacer de ti un asiduo lector consciente e inteligente.
“... deja que este librito sea tu amigo si por fortuna o propia culpa no puedes encontrar otro amigo mejor”.
Goethe: de “Las cuitas del joven Werther”
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